El país vive tiempos convulsos. Los Rojos, esos liberales juaristas, están por llegar a la capital. Fernando Maximiliano, medio sirviente, medio hijo de los emperadores Maximiliano y Carlota, tiene que huir del castillo, pues, a fin de cuentas, su vida ha sido la de un aliado del imperio, a pesar de que nunca tuvo sus privilegios. Sin embargo, Fernando cree que cuando lleguen los Rojos podrá salir de esa medianía: les entregará al heredero del Imperio. Pero antes tiene que encontrarlo.