Doña Lupita apareció como un huracán: súbitamente y escoltada por la lluvia. Nunca nadie olvidaría su paso por la unidad habitacional 16 de Septiembre. Pero a diferencia de los huracanes, esta abuela de apariencia psicodélica dejó orden y limpieza donde antes había caos y montones de basura. Con ella los vecinos se dieron cuenta de que la cooperación hace más grata la vida en comunidad.